El blog de Miguel Carmelo
Presidente del Consejo de Administración de la Universidad Europea
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Formación y universidad

Lunes 27, 00:00 4 comentarios
Como saben, se acaba de aprobar la reforma laboral; y aunque aún falta su desarrollo reglamentario, su impacto no dejará de sentirse pronto a todos los niveles. Para sus defensores, una reforma largamente esperada y muchas veces postergada que debe dar un impulso a la flexibilización en las relaciones laborales y en la creación de empleo. Para sus detractores, un recorte en los derechos de los trabajadores que traerá más precariedad en el trabajo. Pero no son estos las características que quería comentar en un espacio dedicado a tratar temas educativos, sino los aspectos formativos en los que esta reforma incide. En ellos se recoge que los empleados tendrán derecho a 20 horas retribuidas de formación. Llama la atención que la formación se considere un derecho, y que se reconozca el peligro que los trabajadores tienen de perder su puesto de trabajo por falta de adaptación y reciclaje; es decir, por obsolescencia profesional. Por primera vez se reconoce, a mi entender, la importancia de la formación continua. Por muy bien formado que uno acabe sus estudios, el riesgo de quedarse descolgado de la lógica evolución de los conocimientos es completamente cierto. Me pregunto cómo la universidad puede echar una mano en esto. Aunque aparentemente gratuita para sus estudiantes, la universidad tiene ingentes recursos asignados: instalaciones, profesores, investigación. No puede seguir cerrada al empleo, a las profesiones, a la formación a lo largo de toda la vida. No puede ser solamente una opción de primera formación superior para jóvenes. Debe abrirse al reciclaje profesional a todos los niveles. Su exceso de regulación y falta de autonomía, complican la innovación. Su conservadurismo histórico (y no me refiero al político, sino al social) evita que el aire de la sociedad real entre por sus ventanas. La sociedad que sufre los excesos de la crisis económica no puede entender que esta universidad siga viviendo de espaldas a la creación y difusión del conocimiento que permite el empleo y la carrera profesional prolongada. Lo cual sólo es posible con el reciclaje continuo y la posibilidad cierta de volver una y otra vez a sus aulas en todas nuestras etapas vitales y profesionales. La universidad española no debería de perder la oportunidad que los cambios legislativos en materia laboral le brindan para servir a la sociedad que la creó, que la mantiene y que debe ser su única razón de ser.

Todos los comentarios (4)

Rocío

Personalmente creo que cada vez se da más importancia a la formación de adultos, y un claro reflejo es el aumento de personas más mayores en clase, tanto a nivel universitario como de FP.

Me parece perfecto y esencial porque vivimos en un siglo fréneticamente desbordado por las actualizaciones e innovaciones constantes y tenemos que ser capaces de evolucionar con él.

Andrés

Sin lugar a dudas, la buena noticia en esta reforma es, justamente, la apropiación del derecho a la formación continua del trabajador. Creo firmemente en que es la base para que los trabajadores sigan adelante con sus proyectos profesionales y, con ellos, las compañías para las que trabajan, que son a fin de cuentas las que podrán beneficiarse de esta actualización de competencias y conocimientos. Sin embargo, espero que a futuro evolucionemos para llegar a conseguir más horas de formación y que éstas se consideren, de algún modo, regladas, con el fin de conseguir la máxima profesionalización de los trabajadores.

Moisés

Sin duda, el aire conservador afecta de manera negativa a la universidad; lo conservador como pensamiento afecta negativamente a la sociedad porque tiene miedo a la innovación. Hay que abrir las ventanas universitarias al aire real de la sociedad. La universidad cuanto más cerca esté de la sociedad a la que sirve más cerca está de su éxito como institución. La universidad está para enseñar y ahora esa enseñanza también se llama reciclaje profesional. ¡Crisis¡, ¡crisis¡...... qué nos salve el talento.

Alicia

Hola Moisés, me interesa mucho el comentario que haces sobre "el miedo a la innovación": ¿a nadie le extraña que en un país como España, con una creatividad como nación mundialmente reconocida en algunas áreas...estemos aparentemente "sin ideas" para superar esta crisis? El talento está ligado a la innovación, y este binomio no prospera ni prosperará hasta que la cultura empresarial española pierda el miedo y confíe en la creatividad y el talento, ¿os imagináis un consejo de administración español...con un creative VP? Me temo que las instituciones españolas y sus dirigentes, incluidas las educativas, no están a la altura de las circunstacias. Too bad...

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